Para concientizar y erradicar la normalización que gira en torno de las muertes violentas por parejas o ex parejas, al igual que reconocer que este tipo de situaciones suponen una violación de los derechos humanos, que en ningún caso la víctima es culpable de lo que le ocurre y que es una consecuencia de la desigualdad que afecta a las mujeres, en gran medida por los comportamientos culturales en la sociedad.